19 de abril de 2021

2017.10.27 Johnny Huang Jingyu lee un poema para ti

Esta vez tenemos un texto leído por Johnny Huang.

Fecha: 2017.10.27
Fuente: Super ELLE
Título: La cosecha (XII, XIV) [Fruit-Gathering]
Autor: Rabindranath Tagore [রবীন্দ্রনাথ ঠাকুর] (1861 - 1941) (India)

Texto original
XIII
To move is to meet you every moment,
Fellow-traveller!

It is to sing to the falling of your feet.

He whom your breath touches does not glide by the shelter of the bank.

He spreads a reckless sail to the wind and rides the turbulent water.

He who throws his doors open and steps onward receives your greeting.

He does not stay to count his gain or to mourn his loss; his heart beats the drum for his march, for that is to march with you every step,

Fellow-traveller!

XIV
MY portion of the best in this world will come from your hands: such was your promise.

Therefore your light glistens in my tears.

I fear to be led by others lest I miss you waiting in some road corner to be my guide.

I walk my own wilful way till my very folly tempts you to my door.

For I have your promise that my portion of the best in this world will come from your hands.
[Nota: Aunque el poema fue originalmente escrito en bengalí, el mismo autor realizó la traducción en inglés]

Traducción en español
13.
Moverse equivale a encontrarse a cada paso. Es como cantar al compás de los pies.
Hermano caminante, aquel que rozó tu aliento no se contenta caminando por la ribera sino que ha desplegado, intrépido-, las velas al viento y cabalga ya sobre las crestas de las turbulentas olas.

Aquel que abre de par en par sus puertas, recibe al salir tu saludo. Y no se detiene a contar sus ganancias, ni a lamentar su miseria; sino que escucha el redoblar del latido de su corazón; puesto que, marchando, siempre va contigo, Hermano Caminante...

14.
Me prometiste que de tus manos recibiría mi parte de felicidad en este mundo. Brilla por eso tu luz en mis lágrimas. Por eso temo ir en compañía de los otros, no sea que pase por el rincón donde me aguardas, para guiarme, y no te vea.

Recorro el camino de un extremo a otro, hasta que mi loco anhelo me conduce hasta tu puerta; y es que me prometiste que de tus manos recibiría la parte de felicidad que en este mundo me corresponde.
[Traducción: Zenobia Camprubí de Jiménez (1917)]


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