Aprovecha la oportunidad mientras aún tengas tiempo.
Ninguno de nosotros sabe lo que vendrá primero, ya sea un accidente o una feliz sorpresa. Solo si aprovechamos cada momento y hacemos todo lo posible, amar a quienes nos aman, entonces no habremos fracasado en la vida. Viví con mi abuela materna desde que era pequeño y nuestro mutuo amor es muy profundo.
Los lazos y sentimientos compartido con los miembros de la familia tienen sus semillas plantadas desde el principio, enterrados en la tierra, creciendo poco a poco.
En aquella época mis padres estaban ocupados con el trabajo y con el fin de hacer más conveniente para mi el asistir a la escuela, me dejaron al cuidado de mi abuela. Además de mi estaba mi prima mayor, la hija de mi tía materna y también un pequeño primo, el hijo de mi otra tía materna. Aunque soy hijo único, no crecí en un ambiente en donde estuviese solo. Vivianos con nuestras abuela de lunes a viernes y los fines de semana volvíamos a casa. Siempre sentí que esto era algo normal y nunca imaginé que fuese diferente mi situación a la de otros estudiantes.
Era un niño travieso y solía bromear con mi primo, un año menor que yo y que parecía un extranjero con sus grandes ojos y el cabello ligeramente ondulado; él siempre estaba pegado a mi como un pequeño seguidor. En ese entonces, los días me parecían muy largos, tanto que no sabía si crecería algún día. Cuando comenzamos a ir a la escuela primaria, lentamente comencé a entender cómo cuidar de mi primo, a entender lo que significa ser el hermano mayor y conocer las responsabilidades y deberes que ello conlleva para protegerlo cuando fuese objeto de acoso.
Mi prima mayor definitivamente es una típica Aries y algunas veces tomaba ventaja de sus años de superioridad para “molestarnos”, pero yo era más astuto que mi pequeño primo, así que no fui un blanco fácil para ella. Entre luchas y juegos, con los adultos protegiéndonos, fue aquella una vida bastante interesante.
Ellos se mudaron antes que yo y lo hicieron justo cuando habíamos comenzado la escuela primaria. Después de que murió mi abuelo, me quedé con mi abuela hasta que me gradué de la escuela media superior [NT: Preparatoria/Bachillerato].
El día en que murió mi abuelo materno, yo había despertado muy temprano. Me levante a las seis o siete de la mañana para para ir al jardín de niños. Él estaba sentado en el sofá de la sala y corrí hacia él llamándolo “Abuelo, abuelo”. Pero él no dijo nada y simplemente me hizo un gesto con la mano, indicando que debería volver a la cama para seguir durmiendo. Fue solo más tarde que me enteré que el abuelo había sufrido una hemorragia cerebral y se encontraba esperando la ambulancia.
Esa fue la última vez que el abuelo habló conmigo y cuando volví del jardín de niños él ya no estaba con nosotros. Yo era demasiado joven para entender nada, y simplemente así, cada miembro de la familia se estaba alejando de mi vida. Él se marchó tan de repente y nunca más sería capaz de respirar o mirarme. Por primera vez sentí perfectamente lo que significaba la vida y la muerte.
Me sentí asustado de esta gran diferencia que no puede ser vista ni tocada.
Cuando yo estaba en la escuela media superior, mi abuela se puso muy enferma y necesitó una operación. El hospital nos informó que se encontraba en estado crítico. En un instante fue como si de pronto yo hubiese crecido y estaba aterrado de que me fuese a deja como lo había hecho mi abuelo. Ella me había criado y me dio el amor y cuidado más allá de la comparación, y ahora no había nada que yo pudiera hacer. Esa sensación de gran impotencia e inutilidad pesó muy fuerte en mi.
Afortunadamente la operación fue exitosa. Al día siguiente tras su estancia en el hospital, cuando volví a casa después de la escuela, el aroma a comida en el corredor me recordó que ella había regresado. Con pasos rápidos me acerqué y empujé la puerta, sorprendiéndome con que estaba en lo correcto, la abuela estaba cocinando. Sin embargo, de pronto me sentí triste. Ella acababa de recuperarse de una seria enfermedad, y aunque mi tía la acompañaba, aún así se notaba particularmente cansada con su cabello totalmente blanco. Pensé entonces que debía acompañarla y la cuidaría.
Crecer es algo que atrapa a las personas por sorpresa, viene acompañado del envejecimiento de los miembros de tu familia y con el tiempo que se pasa volando. Entendí lo valioso que es pasar el tiempo con la abuela y comencé a atesorar todos los momentos con ella.
En aquella época, comencé a entender que vivir con mi abuela no solo significaba que ella cuidaría de mi, sino que yo también, habría de cuidar de ella.
Cuando me estaba preparando para el examen de ingreso a la universidad, mi abuela me preguntó una vez, “¿Por qué no te quedas en Shanghái?”
Como cada estudiante preparatoriano que espera entrar en una de las mejores universidades, respondí, “En Shanghái, solo puedo estudiar en una universidad de segundo nivel, pero en Beijing puedo entrar en una de las mejores.” [N/T: Shanghái tiene un par de universidades reconocidas de primer nivel pero no para la carrera que él quería]
Sus ojos estaban muy brillantes, llenos con el entendimiento de que así es como tenía que ser, “Está bien, sigue tu corazón.”
Supongo que ella esperaba que su amado nieto pudiese estar a su lado, pero se sentía reacia a interferir en mi futuro. Así que nunca dijo nada más al respecto.
Cuando me fui a Beijing, la abuela y yo estuvimos separados por más de mil doscientos kilómetros entre nosotros; además de que mis estudios eran tan pesados que solo podía hacer llamadas por teléfono con frecuencia. Durante las primeras vacaciones de invierno, volví a Shanghái para visitarla y me encontré con que mi habitación estaba como antes. Las repisas y el escritorio seguían en su orden original. La abuela solo limpiaba diariamente y ordenaba la cama.
Le pregunté, “¿Por qué no guardas todo en lugar de dejarlo igual?”
Ella dijo, “Estoy acostumbrada. Me ayuda cada vez que te extraño.”
Mis ojos estaban ligeramente húmedos por las lágrimas y temeroso de que las viera, giré mi cabeza a un lado para tranquilizarme.
No somos una familia acostumbrada a expresar nuestras emociones. La abuela nunca me ha dicho, “Pequeño hermano, la abuela te ama”. Pero puedo sentir su amor por mi; y “pequeño hermano” (didi) es el apodo que la familia tiene para mi.
Tampoco he usado jamás palabras “tiernas” para expresar mis sentimientos, prefiero pasar el tiempo en silencio con ella y escucharla hablar sobre los acontecimientos entre los vecinos. Quizás, los dos sabemos que sin importar lo hermosas o tiernas que sean las palabras, nada se compara con las acciones y recibir el cariño desde lo profundo del corazón del otro.
Sin importar lo ocupado o apresurado que pueda estar, siempre tendré tiempo para pasarlo con la abuela; esta es nuestra promesa no dicha.
Durante la parada en Shanghái del Light Asia Tour, había esperado que la abuela pudiese asistir al concierto, pero mis padres me dijeron que su condición física podría no ser la mejor y por ello no sería capaz de ir. Sentí que era una lástima pero también entendí, así que cada vez que le llamaba, le pedía que se cuidara bien.
En el concierto, el director me mostró un video de mi abuela. Ella se veía igual que siempre, con su cabello corto y delgada pero parecía estar con energía. La abuela dijo que estaba orgullosa de mi y me dijo que me asegurara de comer apropiadamente. Me paré ahí en el escenario por largo tiempo, con mi espalda dando hacia la audiencia, y cuando me di la vuelta de nuevo, con micrófono en mano, me encontré siendo incapaz de hablar.
Pero en el momento en que pensé que el video había terminado, de pronto la cámara se dirigió a la audiencia y mi abuela estaba sentada ahí, sonriéndome al verse en la gran pantalla se puso un poco tímida.
Las emociones llenaron mi corazón y le hablé en shangainés, preguntándole si mi canto era bueno aunque sabía muy bien que ella estaba muy orgullosa de mi.
En sus ojos, sin importar a donde vaya o cualquiera que sea el logro que tenga, siempre seré un pequeño niño para ella.
Y me alegro de que aún tengo tiempo, no es demasiado tarde.
*
Traducción al español: Siboney69
Traducción al inglés: 雨舟凤吻
Nota: Para mejorar el resultado, consulté la traducción en inglés de YuZhou YZ.
Notas extra
1) Hay un Fancam del VCR, lo pueden ver aquí. La abuela aparece al final.
2) Aquí una foto de la familia de Timmy. En 2019, Fei Yu-Ching (費玉清) y Timmy colaboraron para el programa Our songs (我们的歌) y me parece que la abuela es una admiradora del cantante, así que aquí tenemos una foto "persiguiendo a las estrellas".
Nota personal: En 2017 apareció la noticia sobre este photobook, pero no estoy segura de cuales habrán sido las dificultades pues no vio luz sino hasta 2018.
Es un photobook, consta mayormente de fotografías, pero también incluye reflexiones de Timmy sobre su familia, sus años de juventud, sus sueños y demás. Creo que si no amaban antes al gatito Zhou, después de leerlo lo harán (xD).
Como lo ven, pretendo trabajar en este “libro” y aunque no sé cuanto tiempo me pueda llevar, espero que les interese y les guste.
Como todas mis traducciones y publicaciones, por favor no saquen el texto fuera de mis blogs.
Por su comprensión, gracias y hasta la próxima~.
Me hace feliz saber algo de Tommy gracias
ResponderBorrarUna semblanza tan emotiva, lo he disfrutado mucho conociendo un poco de Timmy y saber un poco como es la vida familiar en un país tan lejano y con una cultura tan diferente a la nuestra. Como siempre nos has dado una magnifica traducción Gracias
ResponderBorrarGracias, ahora podemos conocer un poco mas de su vida tanto en su niñez con su familia ♥️♥️♥️♥️♥️♥️♥️
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